1 Crónicas 17 Y 18
“Dios, si me ayudas a pasar este examen… te prometo que te voy a servir, me voy a portar bien y hasta voy a ir a la iglesia cada domingo; es verdad que no he estudiado, pero precisamente por eso: ¡échame la mano!”
¿Alguna vez haz hecho una propuesta como esta que hice a Dios en mis tiempos de estudiante? La biblia nos enseña que es bueno hacer pactos con Dios, pero lo malo es que nos encanta proponer cláusulas a nuestra conveniencia y hacemos promesas que a veces no cumplimos. Lo increíble es que Dios es tan buena onda que a veces acepta nuestro trato, nos ama tanto, que aunque la manera de pedir las cosas sea errada, a veces concede nuestra petición.
El capítulo 17 de 1 de Crónicas vemos un pacto que Dios hizo con David y que es un buen ejemplo a seguir. ¿En qué consistió? A) Afirmación que Dios era quien le había dado las victorias contra sus enemigos, que lo seguiría ayudando en sus luchas y que lo consolidaría en el trono. B) La propuesta de David no era pedir algo, sino dar, él propone edificar una casa a Jehová. La respuesta:“Dios le edificaría casa a David” es decir, le establecería una dinastía. El Señor aceptó esta idea de que le construyeran un templo, pero lo haría un hijo de David. C) El pacto seguiría vigente con el hijo de David, siempre y cuando su sucesor obedeciera como hijo de Dios. D) Jehová elige la dinastía Davídica para hacer llegar hasta nosotros al salvador del mundo, a Jesucristo.
¿Qué tenía David para que fuera elegido por Dios para tal pacto? Fundamentalmente, David tenía un corazón conforme al corazón de Dios, fue un hombre que a pesar de sus errores, buscaba hacer la voluntad del Señor.
¿Cuál fue el resultado de este pacto? Dios lo cumplió, una parte de ese cumplimiento lo vemos en el capítulo 18, donde el cronista narra las victorias de David sobre los filisteos, moabitas y sirios; así como el establecimiento de los principales ministros que ayudaron en el reino.
Conclusiones:
• No está mal que hagamos peticiones a Dios, ni tampoco que prometamos, si lo hacemos conforme a sus propósitos; pero es más importante realizar un pacto donde Dios pone las condiciones.
• El pacto más importante que Dios propone al ser humano es la salvación del pecado y del infierno, las condiciones son:
1. Arrepentimiento, 2. Aceptación con fe del sacrificio que Cristo hizo en nuestro lugar, y 3. Aceptar que de ahora en adelante sea Jesús el que gobierne nuestras vidas.
• Otro pacto que Dios propone a sus hijos, es el servirle en determinada misión, como David. Este trato es el que nos da propósito de vida y la oportunidad de ser seres humanos realizados, cuando aceptamos y cumplimos nuestra parte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario