"El linaje real de Jesús"

1 de Crónicas 3
Biológicamente Jesucristo tenía ascendencia real, el capítulo 3 de Lucas proporciona la lista de ascendientes de Jesús por parte de la línea Materna, observándose que uno de sus ancestros fue Natán, príncipe en su tiempo por ser hijo del rey de David.
José, aunque no fue el padre biológico Jesús, fue su padre adoptivo. Este hombre de oficio carpintero, también tenía sangre real por sus venas. El libro de Mateo en su primer capítulo traza la línea genealógica de Jesús a través de unas 40 generaciones hasta llegar a Abraham; en esta línea vemos que José, el padre legal de Jesús, desciende de la estirpe de los reyes de Israel, pues uno de sus ancestros fue el rey Salomón, quien a su vez heredó el trono de su padre David.
Con la venida de Jesús se cumplieron muchas profecías; entre ellas la que afirmaban que Jesús sería hijo de David; por eso es que a través de toda la historia, Dios escogió y preservó a cada hombre y mujer que serían los ascendientes de Jesús, y para muestra está el capítulo 3 del libro de Crónicas, que se enfoca precisamente en una sola línea genealógica, el linaje real de David. Esto es una muestra de la venida sobrenatural de Jesús y para que no quedara lugar a dudas del cumplimiento de esta profecía, a través de la historia bíblica se escribieron estas genealogías que autentican la estirpe real de Jesucristo, biológica y legalmente.
Resulta maravilloso, que Jesús siendo de linaje real, no reclamó un trono terrenal que le pertenecía, sino fue humilde; ya que no solo se despojó de sus privilegios humanos, sino también de los divinos como lo dice Filipenses 2:6-10 “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra”
¡Por esto ante Jesús me quito el sombrero y doblo mis rodillas en adoración!

Transformados para servir
Josías I.G.