"¿PARA QUE SOY BUENO?"

¿PARA QUE SOY BUENO?

1 Crónicas 12

Todos formamos parte de diversos grupos humanos, ya sea que los hayamos elegido o no, de alguna forma estamos incluidos ya sea en un grupo escolar, un equipo deportivo, una familia, la iglesia, etc. Sin embargo, parece que a veces no encajamos o sentimos que estamos de más, pero lo cierto es que todo ser humano tiene cualidades, tiene algo que aportar para el funcionamiento y el éxito colectivo.

David fue el elegido de Dios para el establecimiento del reino de Israel, él por sí solo no logró tal éxito, en la reflexión anterior hablamos que David contó con la ayuda de un grupo de élite compuesto por 30 soldados. Aunque este grupo estaba formado por soldados leales y valerosos, tampoco ellos lograron la hazaña de establecer el reino, necesitaron la ayuda de otros compañeros oficiales y de muchos más soldados de la tropa.

La historia bíblica plasmada en el capítulo 12 del primer libro de las crónicas muestra que David fue poco a poco consolidándose como líder, paulatinamente se fueron uniendo guerreros de diversas tribus, de los cuales hay dos que llaman poderosamente mi atención.

El primero, es un grupo de 11 soldados de la tribu de Gad, de los cuales el cronista dice en el versículo 8: “…hombres de guerra muy valientes para pelear, diestros con escudo y pavés; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre las montañas.” Este grupo aunque fue el más pequeño, aportó gente valiosa, pues era gente de mando, todos ellos eran oficiales, el de menor rango era jefe de 100 y el de mayor era jefe de 1000.

El otro grupo que me impresiona es el de transjordania, compuesto por soldados de las tribus de Rubén, Gad y la media tribu de Manasés, ellos ¡aportaron 120,000 soldados “armados hasta los dientes”! Dando con esto una gran muestra de entrega y confianza en su líder. En la organización del poderoso ejército de David, estos dos grupos fueron complementarios: había 11 oficiales que no serían nada sin gente a quien dirigir, pero también había 120,000 hombres que necesitaban ser guiados por líderes experimentados y esforzados.

Invitación:

· Todos formamos parte de una comunidad, tomemos el puesto que nos corresponde y edifiquemos a nuestras familias, nuestras ciudades y a nuestra patria. Eres importante, ya sea que seas personal de mando o de tropa, tienes algo importante que aportar.

· En el ámbito espiritual, tenemos un rey que es Jesucristo, cada uno de los redimidos por él tenemos un puesto que desempeñar en el establecimiento su reino, ¡enlístate en el ejército de Dios! ¡no te quedes fuera!
Atte.
"Transformados para Servir"
Josías I. González