1 de Crónicas 2
“Hijo de tigre pintito”, dice un dicho popular; “de tal palo, tal astilla” dice otro. Definitivamente, gran parte de lo que somos y como somos se lo debemos a nuestros padres; ya sea por genética, por imitación o educación.
El capítulo 2 del primer libro de Crónicas se refiere a la descendencia de los hijos de Jacob, conocido mas tarde como Israel. “Estos son los hijos de Israel: Rubén, Simeón, Leví, Judá, Isacar, Zabulón, Dan, José, Benjamín, Neftalí, Gad y Aser!” 1 de Crónicas 1:1-2
De estos doce nietos de Abraham, destaca Judá, a quien el cronista le dedica inmediatamente un lugar especial en el registro de su descendencia ya que prácticamente todo el capítulo dos habla de la prole de este personaje. Judá tuvo preponderancia sobre sus hermanos en toda la historia de este pueblo, pero este rumbo destacado no fue por azar, sino que fue determinado por las actitudes y decisiones que estos patriarcas tuvieron en vida. A Rubén, por ser el mayor le correspondía ser el líder, sin embargo, fue destituido de sus privilegios de primogénito; se esperaría entonces, que Simeón y Leví (en ese orden) recibieran la primogenitura por ser los siguientes en edad; pero al igual que Rubén, estos también deshonraron a su padre.
Aunque Judá no tuvo una conducta impecable, siempre dio hora a su padre y ejerció un liderazgo digno entre sus hermanos, esto bastó para que recibiera la primogenitura y la bendición especial de su padre y de Dios.
Algunas de las bendiciones que recibió la tribu de Judá son: Los descendientes del pueblo de Israel son llamados “judíos”; fue la tribu más numerosa; de esta tribu salió la dinastía real más importante iniciada por el rey David; Jesucristo perteneció a esta tribu.
Inevitablemente lo que somos marcará poderosamente a nuestra descendencia. En el peor de los casos, serán influenciados en mayor grado con los aspectos negativos de nuestra vida que los llevarán al desastre; quizá ellos podrán que sobreponerse y lograrán sobresalir a pesar de los lastres que les heredemos; pero el mejor caso es que les dejemos muchas ventajas que les allanarán el camino para ser unos triunfadores.
Invitación: Transformémonos cada día positivamente, pues además de que nuestra familia actual recibirá beneficios, también nuestra descendencia será potencializada. Recuerden que no hay nada mejor que la guía de la biblia para una verdadera trasformación.
Transformados para servir
Josías I.G.
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